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Arquitectos: Ruptura Morlaca Arquitectura
- Área: 40 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Oscar Moscoso
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Proveedores: Aluminio y Vidrio, CDA / Centro Distribuidor del Austro
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Con una postura de respeto hacia la naturaleza (artificial o natural) del sitio y con el objetivo de integrar el nuevo uso de casa estudio, se resuelve conservar las preexistencias: una mediagua que funcionaba como oficina, el área verde con un árbol de mandarina y dos accesos peatonales el primero un suelo absorbente de ripio (informal) y el segundo una plataforma de cemento (formal) la cual funcionaba como ingreso principal hacia la oficina, ejecutando una intervención que mantiene la integridad del sistema artificial.
“La informalidad que informa a la forma”.
De la constante revisión de lo informal que aprovecha los límites, se utiliza una estructura liviana que permite esquivar y ocupar el lugar alrededor del árbol que actúa como una fuerza de expansión, liberando un vacío que atrapa todo aquello que nos liga a la tierra y al cerrarse en la fachada, desconecta a la persona del contexto inmediato.
Los dos accesos peatonales se utilizan para movilidad del espacio, el de ripio (informal) se le asigna para el ingreso formal de la casa ya que al entrar aproxima al usuario a un contexto natural por el sonido que genera. El de cemento (el formal) articulará la vivienda con el taller, lo cual resultó del análisis realizado al explorar los datos de movilidad en la ciudad, los cuales indican que, al ubicar funciones efímeras (negocio informal) en veredas que se utilizan solo cuando se necesita permite una variación en su uso (de estar ocupado a estar vacío). Bajo este argumento, el elemento articulador se hibridiza con la cocina y lavandería generando escenarios de paso y convivencia informal.
La técnica escogida permitió mantener la integridad del humedal, utilizando materiales prefabricados que minimizan el impacto en costo y tiempo de intervención. Los materiales reciclados de obras anteriores, fueron: hierro para toda la estructura, cristal y placas de fibrocemento en cubierta y fachada.
Las vigas principales del taller flotan sobre el área verde evitando humedad y permitiendo el flujo de aire, sostenida en 6 puntos sobre una cimentación aislada de hormigón. Los hierros de 4 x 4 cm se utiliza para conformar las puertas y ventanas de cocina, así como la estructura de la fachada que soportan las placas de fibrocemento en el exterior y las repisas en el interior, generando un “muro mobiliario” que flota como un telón de cemento cruzando imágenes difusas con el exterior.
En toda la cubierta (cocina y taller) se instaló placas de Eternit ondulado pintado de un tono similar. En el piso del taller se colocó placas de madera MDF lacada, y en la cocina se realizó un replanteo de hormigón protegido con resina para generar una “división” del piso exterior, evitando el ingreso de agua. Para la pared posterior al mesón de cocina se aplicó pintura para auto con un compresor, obteniendo una impermeabilidad total de la superficie irregular existente. El mobiliario presenta una variedad de registros en su melamina ya que proviene de restantes de construcciones anteriores.
En fachada interior de la construcción existente (mediagua) se utiliza madera de pino reciclada como acabado y en la parte nueva (cocina y taller) se coloca placas de vidrio, nuevos y usados de un proyecto anterior respectivamente. El muro interior se pinta de color celeste para emular lo eterno y eliminar la radiación por reflejo.
Como se dice popularmente, se ocupa “hasta el agua de los floreros”, teniendo una construcción muy limpia y amigable con el suelo, donde su patio interior se convierte en un pequeño huerto, haciendo que interior y exterior se enreden sin adornos en un cobijo ligero que, de ser deseado, podría desaparecer y transportarse como un espacio informal dejando esa naturaleza en su estado puro.
Al sentarse y contemplar este paisaje desde unos de los sillones al interior de las galerías, asistiremos a un espectáculo revelador: el de la eterna sucesión de lo mismo, al ciclo del día le sucede el de la noche; la lluvia y el sol, el florecer del árbol y después la caída de las hojas y así sucesivamente. Generamos una representación artificial del mundo, un escenario de intercambio entre el cielo y la tierra que aparecen como metáfora del tiempo cíclico con el hombre y todo ello en el centro de la ciudad. La obra de arte que significa la vida.